Aumentar la productividad de una empresa no es una tarea imposible. Entender sobre educación financiera va ayudarte a cumplir las metas de tu empresa, por eso vale la pena leer el siguiente artículo. En primer lugar, vamos a entender el concepto de Educación Financiera, y luego aprenderemos cómo aplicarlo y obtener resultados en la empresa.
¿Qué es la educación financiera?
El objetivo de la Educación Financiera es mejorar su calidad de vida, y se basa en un principio: Conocer cómo ganar, gastar, ahorrar e invertir dinero.
Para aquellos empresarios que buscan realizar planes a futuro y trabajar sin preocupaciones, es necesario tomar decisiones inteligentes: Economizar y guardar dinero. La clave de la Educación Financiera está en el equilibrio, es decir, orientar los recursos para equilibrar las cuentas y generar reservas.
Si bien existe la afirmación “el dinero fue hecho para gastarse”, es importante tener control y un mínimo de planificación para evitar preocupaciones.
Control Presupuestario
Planificar significa organizarse antes de actuar, es decir, pensar en todas las posibilidades antes de alcanzar las metas y objetivos. Es importante entender cuáles son las necesidades de su empresa, y a partir de ahí, elaborar un control presupuestario, lo que va a permitirle tener un control de sus ingresos y egresos. Este control es conocido con el nombre de control financiero.
En síntesis, la educación financiera le permitirá desenvolver una buena planificación, y de este modo concretar los objetivos. En este proceso, la principal herramienta, es el control presupuestario.
Planificación: Aumentar la productividad de la empresa
La vida de una empresa está llena de decisiones importantes, que serán más fáciles de tomar si se tiene una planificación previa. La planificación acompaña la empresa desde el momento cero, desde que surge la idea del negocio mismo. Es en ese momento donde se elaboran las estrategias en base a los aspectos técnicos, financieros y humanos necesarios para responder a las exigencias del mercado. Gracias a la planificación se podrá hacer frente a los imprevistos y responder a los momentos tanto de crecimiento como de crisis de la empresa.
Por ejemplo, supongamos que la empresa está en crecimiento y se necesita aumentar la productividad. Decisión que requiere una planificación económica.
Frente al surgimiento de esta necesidad, se puede pensar en la modernización de sus equipos de impresión y fotocopiado. Impresoras más fáciles de manipular, con procesos automatizados, controles inteligentes, cartuchos de tinta con mayor vida útil y con cantidad de copias por minuto cada vez mayores permiten reducir tiempos y costos de impresión, así como también el personal dedicado a la utilización de las máquinas, quienes tendrán más tiempo para encargarse de otras tareas.
Aún decidiendo aumentar la productividad de esa manera, comienzan las dudas sobre cómo invertir mejor, si renovando los equipos a través de la compra (lo que precisaría de una alta inversión de dinero) o alquilando los equipos, lo que permite la renovación de las máquinas por un costo fijo mensual.
Antes de tomar una decisión es importante analizar diversos factores, como la planificación anual, el presupuesto a invertir, y las necesidades de la empresa. En ese caso el acompañamiento y asesoramiento de un especialista es esencial para encontrar la oportunidad ideal para usted.